En medio de nuevos rumores de un ataque israelí a las usinas nucleares de Teherán, el clima enrarecido de las relaciones entre EEUU e Irán vuelve a tensionar al Golfo Pérsico, una región inflamable y militarizada, donde repercuten, resumido en uno solo, todos los conflictos del Medio Oriente con el petróleo como detonante.
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IAR Noticias
En medio de un recrudecimiento de la crisis nuclear, y en momentos en que las potencias se preparan para discutir nuevas sanciones al régimen de Teherán, la Casa Blanca afirmó el lunes que las últimas pruebas de Irán con misiles de largo alcance suponen “una provocación” a la comunidad internacional.
Irán lanzó el fin de semana los dos misiles de mayor alcance de su arsenal, con capacidad para llegar hasta Israel, las bases estadounidenses en Oriente Próximo y partes de Europa.
El misil tierra-tierra Shahab 3, con un recorrido de alrededor de 2.000 kilómetros, fue ensayado el domingo durante unas maniobras de la Guardia Revolucionaria, y, según Teherán, tiene capacidad para alcanzar territorio de Israel y las bases estadounidenses en la región del Golfo Pérsico.
Aunque oficialmente se anunció como parte de maniobras militares rutinarias, el lanzamiento transmitió una imagen de desafío a las grandes potencias en vísperas de la reanudación de las conversaciones nucleares el próximo jueves en Ginebra.
Las maniobras coincidieron con un incremento de la tensión entre Irán y las potencias occidentales, después de que Teherán anunciara el viernes 25 la construcción de una segunda planta de enriquecimiento de uranio.
Esta “exhibición de fuerza”, se produjo luego de que Obama confirmara que Irán está construyendo la segunda planta de enriquecimiento de uranio pero que no la habría informado a la AIEA.
El ministro de Defensa iraní, Ahmad Vahidi, advirtió el lunes a Israel que si ataca a Irán sólo conseguirá acelerar su propia desaparición. Si lleva a cabo un ataque, “algo que, por supuesto, no prevemos, el resultado final” será que se acercará el momento del “último aliento” del “régimen sionista”, declaró en la televisión estatal iraní.
Vahidi, ex comandante de la Guardia Revolucionaria, dijo que, en caso de un ataque militar de Israel, la “esperanza de vida” de este país, “que actualmente está llegando a su fin”, se acortará aún más. Además, afirmó que el “régimen sionista” va por “la pendiente de la destrucción”.
Las potencias centrales europeas, reaccionaron al unísono sumándose a su aliado imperial estadounidense.
París pidió a Irán que “cese de inmediato” esas “actividades profundamente desestabilizadoras”. Berlín las calificó de “inquietantes”, mientras que desde Londres, el secretario del Foreign Office, David Miliband, acusó a Teherán de “provocación” y señaló que “el gran interrogante de la semana” es la actitud que Irán va a adoptar en las conversaciones del jueves.
“Cualquier cosa que se haga en ese contexto constituye una preocupación”, declaró por su parte el Alto Representante europeo, Javier Solana, que encabezará la delegación del Grupo de los Seis (G-6) que el jueves se reunirá en Ginebra con el negociador nuclear iraní, Said Yalilí.
El G-6 (formado por EE UU, China, Rusia, Reino Unido, Francia y Alemania) pide a Irán que aclare de una vez por todas las “sospechas” que suscita su programa nuclear.
Una voz calificada, el presidente colaboracionista iraquí, Yalal Talabani, prevé una escalada de la confrontación entre Irán y Occidente por el programa nuclear iraní y cree que la presencia de buques de guerra de EEUU en la región representa una advertencia al gobierno de Teherán.
“Si Irán falla en ofrecer ciertas garantías (sobre su programa nuclear), los países occidentales pueden llegar a imponer nuevas sanciones, más duras que las actuales”, afirmó Talabani en una entrevista difundida el lunes por el diario árabe Al Hayat.
Para el jefe del gobierno colaboracionista iraquí, “si Irán no da una respuesta convincente, las sanciones se endurecerán más”.
“Y se aplicarán otras posibles medidas si los países occidentales se dan cuenta de que las sanciones están llegando a ser inútiles”, agregó.
Talabani estimó que la presencia de naves de guerra estadounidenses con baterías de misiles en Haifa, en Israel, supone una advertencia a Irán que debe ser tenida en cuenta.
“El anuncio de que esos barcos de guerra estadounidenses que participarán en unos ejercicios militares con Israel (a fines de año) y sus preparativos para repeler cualquier ataque con misiles contra Israel no parece que vaya a ser un picnic”, añadió.
El jefe del Pentágono, Robert Gates, hechó leña al fuego afirmando que las autoridades iraníes tienen por objetivo conseguir armas nucleares y denunciò que la nueva instalación nuclear iraní de Qom es un indicio de los “engaños y mentiras” iraníes con respecto a sus supuestas intenciones pacíficas en el desarrollo de tecnología nuclear.
“Mi opinión personal es que los iraníes tienen intención de tener armas nucleares”, afirmó Gates en una entrevista a la televisión estadounidense ABC. Sin embargo, indicó que no sabe si los iraníes han tomado ya “una decisión formal” sobre la construcción de este armamento.
La planta de enriquecimiento de uranio de Qom ” se incluye en el patrón de decepción y mentiras de los iraníes sobre su programa nuclear desde el mismísimo comienzo”.
“Si fuera un programa nuclear pacífico, ¿por qué no anunciar la existencia de este sitio cuando comenzaron a construirlo? ¿Por qué no permitieron la entrada de inspectores de la AIEA desde el principio?”, planteó en referencia a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), la agencia sobre energía nuclear de la ONU.
Desde Nueva York, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, expresó su “preocupación” por el lanzamiento de misiles en plena “situación no resuelta”.
“Estoy convencido de que se necesita moderación”, señaló tras reunirse con su homólogo iraní, Manucher Mottaki.
En Irán, el presidente del Parlamento, Ali Lariyaní, considerado un conservador moderado, dijo el lunes que EEUU y las potencias occidentales buscan “imponer su voluntad” a Irán.
Por su parte, el poderoso ayatola Alí Akbar Hashemí Rafsanyaní, un líder en las sombras del golpe “reformista” contra Ahmadineyad y los conservadores, pidió a la UE que “deje de poner excusas en cuanto al uso pacífico de la tecnología nuclear por parte Irán”.
También el jefe de la “resistencia reformista” contra los conservadores, Mir-Hosein Musaví se vio obligado a criticar a las potencias que presionan a Irán por su programa nuclear y a manifestar su oposición a un eventual aumento de las sanciones.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, condenó el lunes el lanzamiento de los misiles afirmando que “obviamente” se trataba de “ejercicios militares planificados previamente”. “Los agruparía en la naturaleza provocadora con la que Irán ha actuado en la escena mundial en los últimos años”, agregó.
Gibbs instó además a Teherán a permitir el acceso “inmediato y sin restricciones” a su segunda planta de enriquecimiento de uranio, cuya existencia se dio a conocer la semana pasada.
El portavoz insistió en el mensaje del presidente de EEUU, Barack Obama, quien el pasado viernes aseguró que las autoridades iraníes deben jugar limpio en la crisis por su programa atómico.
La reelección de Ahmadineyad, el 12 de junio, puso de nuevo sobre el tapete el informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), a fines de noviembre del 2008, que alertaba que Irán ya estaba “en capacidad de fabricar una bomba nuclear”.
Mientras tanto, y en varios frentes simultáneos abiertos, se producen crecientes operaciones cruzadas de acción psicológica intimidatoria entre Tel Aviv, Teherán y Damasco, y reuniones constantes de alto nivel en Washington y Tel Aviv.
Según vienen advirtiendo medios árabes, judíos y estadounidenses todo hace presagiar un desenlace militar activado por la plana mayor israelí que busca -según su propia definición- desactivar la capacidad nuclear de Irán antes de que consiga la bomba, e impedir que Hezbolá siga incrementando sus arsenales militares en Líbano y que Hamás vuelva a solidificarse en Gaza.
Por medio de advertencias constantes, el estado mayor israelí lanza señales claras de que está dispuesto a lanzar un “hecho consumado” (operaciones simultáneas y sincronizadas) contra el eje Irán, Siria-Libano-Gaza, para implicar a Washington en el conflicto.
En este escenario, el jueves, Teherán y las potencias sionistas se sentarán a “dialogar” sobre el futuro del programa nuclear iraní.
Va a ser -como siempre- un dialogo de sordos.
[goodbye]apocalipsis[/goodbye]