Según la CIA Irán podría estar tras la Obtención de Bomba Atómica

Juegos disuasivos, desplazamientos militares, rumores, señales, estrategias disímiles y convergentes, se cruzan y entrecruzan nuevamente en el escenario de la “información internacional” sobre un nuevo marco de tensión en el conflicto nuclear en Medio Oriente con Irán e Israel como actores centrales.

Por [url=http://www.iarnoticias.com]Manuel Freytas

La crisis Irán-EEUU-Israel amenaza a cada rato con salirse de una película de suspenso y pasarse a una de terror. La ojiva iraní, su existencia potencial o real, es la estrella absoluta de una trama que puede convertir al planeta Tierra en un desierto lunar.

En pleno desarrollo de la oscura trama de las sangrientas revueltas contra los regimenes gobernantes en los países árabes islámicos, el conflicto nuclear con Irán e Israel como centro, comienza a desarrollar un nuevo capitulo.

En febrero del año pasado, la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) se declaró preocupada por el hecho de que Irán podría estar fabricando un arma nuclear, basándose en las informaciones que había obtenido sobre las actividades nucleares de Teherán.

“La información de la que dispone la Agencia genera preocupaciones sobre la existencia potencial de actividades secretas pasadas o presentes de Irán, relacionadas con el desarrollo de una carga nuclear para un misil”, dijo el director general de la AIEA, Yukiya Amano, en un informe al Consejo de los Gobernadores.

Hace tres semanas, el nuevo jefe de la Inteligencia militar israelí, el mayor general Aviv Kochavi, afirmó que Irán podría producir bombas nucleares en un plazo de “uno o dos años” una vez que decida producir más uranio enriquecido.

A su vez el jefe de la inteligencia militar judía señaló que las sanciones impuestas con el fin de evitarlo no han tenido el éxito esperado.

“Las sanciones han tenido un impacto en la economía iraní, pero no han tenido ningún impacto sobre el programa nuclear de Irán”, dijo Kochavi ante la comisión parlamentaria de Defensa.

“Basándose en su infraestructura, el conocimiento técnico y el uranio que tienen, un año o dos después de que tomen esa decisión, tendrán armas nucleares”, señaló el jefe de inteligencia.

Al mismo tiempo consideró que “la pregunta no es cuándo Irán tendrá una bomba”, sino cuánto tiempo pasará hasta que el líder supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Alí Jamenei, decida propulsar la producción de uranio enriquecido.

En la misma línea, el director de Inteligencia Nacional de EEUU, James Clapper, señaló este jueves que Irán está en condiciones de obtener la bomba atómica, ya que cuenta con la tecnología necesaria para su fabricación y con la voluntad de sus líderes para impulsar el proyecto.

En el marco de su presentación ante el Comité de Inteligencia del Senado sobre las “amenazas” contra EEUU, Clapper reveló parte del contenido del informe anual que realiza la inteligencia norteamericana sobre el programa nuclear iraní, cuyos avances hacen pensar que las autoridades mantienen la idea de desarrollar una bomba.

“Irán está manteniendo abierta la opción de conseguir armas nucleares, en parte, mediante el desarrollo de sus capacidades científicas, técnicas e industriales”, dijo Clapper, que señaló la intensa actividad de las centrifugadores de enriquecimiento de uranio del país de los ayatolás.

“Estos hechos refuerzan nuestra idea de que Irán está capacitado para producir la cantidad de uranio enriquecido suficiente para obtener el arma a corto plazo, si es que decide hacerlo”, advirtió el director de Inteligencia USA.

La trama de la ojiva iraní

Es un juego (y un cuento) de nunca acabar.

EEUU, Israel y el eje sionista europeo, exacerban el conflicto (por ahora mediático) y tiran de la cuerda amenazando con atacar Irán antes de que desarrolle una bomba nuclear, para luego aflojar y seguir buscado vías de negociación con el régimen de Teherán.

Y los ayatolas no se quedan atrás: desde Teherán lanzan rayos y centellas contra EEUU e Israel, ensayan armas y operativos militares, y pronostican la desaparición del Estado judío en las llamas del Apocalipsis.

Es un juego diplomático y psicológico de amenaza y disuasión que, desde hace años, intenta evitar una verdadera confrontación militar que incendiaría el Golfo y los mercados internacionales y tendría un desenlace incierto en Medio Oriente y en el resto del mundo.

La prensa internacional, decadente y sin análisis, se suma al show con titulares y “noticias” que no son nada más que una repetición del mismo argumento de “amenaza nuclear” iraní.

Pero en este tablero de juegos de guerra simulados, marcados por la superficialidad y la especulación chatarra de la prensa internacional, están los que se toman más que en serio la amenaza iraní marcada por el reloj de la ojiva nuclear. Y esos son los halcones de Washington y de Tel Aviv.

Cuando la logia sionista que gobierna en Tel Aviv alucina con los ayatolas en poder de una ojiva nuclear, pierde el sueño y el apetito. Y sabe Dios que no disimulan. Es en lo único que no disimulan.

Los ultras políticos y militares del Estado judío está convencido de que Teherán esconde bajo siete llaves el secreto del verdadero desarrollo de su proyecto nuclear.

En el razonamiento de los expertos, la ojiva, en realidad, es lo único que puede desatar un Apocalipsis militar en Medio Oriente.

Pero ¿cuál es el reloj que marca la hora del desenlace militar en el conflicto con Irán?

Hay uno solo: El reloj de la bomba nuclear iraní.

El punto que marca la hora del desenlace militar está señalado por el momento en que Irán esté en capacidad (o lo más cerca posible) de construir su primera cabeza nuclear.

Y aquí las informaciones son contradictorias: para los servicios israelíes Teherán ya está en el “umbral” de la bomba, para la CIA y las agencias occidentales es un proceso que puede durar entre dos y cinco años más, y para la AIEA el régimen iraní oculta aspectos avanzados de su plan para construir una ojiva nuclear en menos de un año.

También en este aspecto hay infinidad de teorías.

Desde que Irán le compró cabezas nucleares a Corea del Norte, hasta que ya tendría ojivas ocultas producidas por su programa nuclear, las teorías conspirativas no tienen límites.

Pero, más allá de las hipótesis, lo concreto, es que la hora del ataque a Irán está señalada por el reloj de su primera bomba nuclear.

Israel y su estado mayor militar son claros: Atacar a Irán para desactivar su capacidad de convertirse en potencia nuclear es una cuestión de supervivencia para el Estado judío.

El interrogante no es si Israel y EEUU atacan o no atacan las usinas de Teherán (los planes están casi reconocidos por el Estado judío), sino el momento que eligen para hacerlo.

El punto preciso, la hora señalada, solo lo conocen los estrategas y los mandos superiores USA-israelíes.

Cuyas decisiones reales (ocultadas y deformadas por la estrategia de la propaganda y la acción psicológica) nunca van salir publicadas en la prensa internacional.

En resumen, la hora señalada del ataque a Irán se ajusta y determina por el nivel de desarrollo de su proyecto nuclear y por su capacidad para fabricar una ojiva con carga atómica.

Para Israel, el ataque a Irán no es un objetivo militar, es una cuestión de supervivencia.

En las últimas horas, la prensa europea y norteamericana, sus analistas de cotillón, siguen lanzando señales y advertencias de que en el Medio Oriente y en el Golfo Pérsico se está cocinando algo grande de la mano de las sangrientas protestas que ya terminaron con dos presidentes en Egipto y Túnez.

En este escenario, y no por casualidad el Washington Post informó que un nuevo documento de la comunidad de inteligencia USA ha determinado que Irán está trabajando en los componentes de una bomba nuclear, según fuentes del Congreso.

El documento -según el Post-, que ha sido concluido recientemente por los servicios de inteligencia estadounidenses y presentado a algunos legisladores la semana pasada, asegura que el debate que existe en Teherán sobre el programa sugiere que las sanciones internacionales apresura la determinación del régimen iraní de contar con la bomba.

En este escenario, surgen nuevamente versiones de acciones militares inmediatas israelíes y norteamericanas en Gaza y en Líbano, a los que consideran el “patio trasero” de Irán y Siria en Medio Oriente.

Las protestas árabes islámicas que se extienden por Africa y Medio Oriente reactualizan nuevamente el “peligro iraní” adosado al “peligro nuclear” de las usinas de Teherán donde supuestamente se cocina la temible ojiva de los ayatolas.

El centro del conflicto nuclear

Hoy el meridiano del conflicto árabe islámico se trasladó al Estado monárquico de Bahrein, uno de los principales aliado de EEUU en el Golfo Pérsico, asediado por la revuelta protagonizada por la mayoría chií influenciada por el régimen fundamentalista que controla Irán.

El nuevo conflicto se sitúa en el espacio estratégico del Estrecho de Ormuz donde transita más del 40% de la producción petrolera mundial y que representa el centro del conflicto de Irán con EEUU e Israel.

Allí, y no precisamente de vacaciones, se encuentra estacionada una formación naval con poder nuclear que ha sido reforzada en los últimos días, según revelan diarios del Imperio como The New York Times y The Washington Post.

Y el punto siempre es el mismo: Nadie puede prever qué pasaría con los mercados mundiales y cómo reaccionarían las bolsas (el barómetro financiero del sistema capitalista) si Irán atacara las redes petroleras del Golfo o quedara en pie luego de un bombardeo USA-israelí contra las usinas nucleares y el dispositivo de defensa militar de Teherán.

En este escenario la inteligencia judeo-estadounidenese salió nuevamente a recrear el fantasma de la ojiva iraní en proceso de producción.

Por otro lado, y alimentando las sospechas de que algo “está pasando”, en los últimos meses, se realizaron más de una decena de encuentros entre los halcones del estado mayor israelí y los lanceros del Pentágono para coordinar una estrategia con los ataques planificados y agendados, en suspenso, desde hace más de cuatro años.

La novela siempre empieza y termina con la advertencia que se hacen entre sí los halcones judíos israelo-estadounidenses: Ojo, si éstos consiguen la ojiva, tendremos que hacer lo que dicen o mudarnos de domicilio.

En definitiva, en Tel Aviv y el Pentágono se jode con casi todo, menos con la bomba iraní.

Y para los expertos, la existencia real de la ojiva es la hora que va a marcar el inicio de las operaciones militares contra Irán.

 

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