Los US$1,464 billones de gastos militares en el planeta y la expansión geométrica de las ganancias de los consorcios armamentistas de Europa y EEUU, son la prueba más irrefutable de la relación simbiótica de supervivencia establecida entre el sistema capitalista con los conflictos armados y las ocupaciones militares. Uno se retroalimenta de los otros, y ambos términos de la ecuación conforman la piedra angular de la existencia misma del sistema que hoy controla el mundo. En sólo una década los gastos militares aumentaron en un 50%, y ante la creciente “militarización” del planeta una pregunta acosa a los expertos: ¿Para qué guerra se preparan las potencias?
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Por IAR Noticias
Extinguida la Unión Soviética y los procesos de la revolución armada setentista, hoy el sistema capitalista ya no tiene enemigos estratégicos que planteen la posibilidad de un enfrentamiento militar abierto como en la época de la Guerra Fría.
No obstante, un gasto militar mundial que ya asciende a la increíble cifra de US$1,464 billones (además del billonario negocio para las corporaciones armamentistas) marca un escenario de ascendente escalada militar de las potencias y de los países en todos los continentes.
El gasto militar global creció el 4% en 2008 y alcanzó la cifra récord de US$1,464 billones, el 50% más que en 1999, de acuerdo con un estudio del Instituto de Investigación para la Paz Internacional de Estocolmo (SIPRI) divulgado en la capital sueca.
“La crisis financiera global todavía no ha repercutido en los ingresos y beneficios de las grandes empresas armamentistas”, señala el SIPRI.
Esa cifra equivale al 2,4% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y a 217 dólares por cada habitante del planeta, de acuerdo con el organismo sueco.
El mayor incremento le corresponde a EEUU (58%): las respectivas asignaciones de Washington aumentaron en 219.000 millones de dólares desde 1999. Casi se triplicaron los gastos militares China y Rusia, hasta los US$ 42.000 millones y los US$ 24.000 millones, respectivamente.
Un notable incremento de los presupuestos militares se registró en la India, Arabia Saudí, Irán, Israel, Brasil, Corea del Sur, Argelia y Gran Bretaña, según el SIPRI.
Las guerras de Obama[/h3]
De esa cifra, el actual presupuesto de Defensa de EEUU ya estaría superando el 50% del total del gasto armamentista en el mundo.
Finalmente el “sueño americano” de Obama se materializó en números: El presupuesto destinado al área de la Defensa (Pentágono) que incluye las guerras militares y las políticas de ocupación rondan los US$ 730.000 millones para el ejercicio fiscal 2009.
Al mismo tiempo, las ocupaciones militares de EEUU en Irak y Afganistán “generaron un gasto suplementario de 903.000 millones de dólares sólo para EEUU” en el periodo 1999-2008, agregó Sam Perlo-Freeman, director del Proyecto de SIPRI sobre gasto militar.
La primera potencia imperial es, sin sorpresa, el país con mayores gastos en armamento del mundo, según el SIPRI.
Los gastos EEUU representan casi un 42% del total, más que los 14 países siguientes reunidos, en un legado de la política del ex presidente George W. Bush, según el SIPRI
Desde 1999, los gastos de la defensa estadounidense aumentaron un 67% a precios constantes, para situarse en US$ 607.000 millones el año pasado, y llegar a US$ 730.000 millones en el presupuesto fiscal 2009.
Los gastos militares globales alcanzaron en el año 2007 los US$ 1,2 billones de dólares al aumentar los costos de la “guerra antiterrorista” y de las operaciones de la ocupación estadounidense en Irak y Afganistán.
“La idea de la “guerra contra el terrorismo” estimuló a muchos países a ver sus problemas a través de un lente altamente militarizada, utilizando este argumento para justificar sus altos gastos militares”, explica Sam Perlo-Freeman, investigador del instituto sueco.
De esta manera se verifica la directa relación de la “guerra contraterrorista” con las ganancias y la expansión de los consorcios armamentistas USA, que resultan, juntos con las petroleras y las corporaciones de servicios (que incluyen a las compañías de “seguridad privada”), los beneficiarios principales de las invasiones y ocupaciones militares, tanto en Irak y Afganistán, como de los conflictos actuales y potenciales en Medio Oriente y en todo el planeta, entre los que se incluyen las planificadas acciones militares contra Irán y Siria.
América Latina se militariza[/h3]
En un informe de junio de 2008,el SIPRI consignaba que los 12 países de América del Sur, que tras la Cumbre de Presidentes de UNASUR realizada en Brasilia, proyectan constituir un Consejo de Defensa regional, aumentaron durante el 2007 un 25% más en sus gastos armamentistas.
Se trata de un récord para los países de la región, que se inscribe en una tendencia mundial de crecimiento del gasto armamentista liderado por EEUU.
Según el SIPRI, el gasto en defensa de los países de América del Sur alcanzó en 2008 los US$50.000 millones frente a los US$ 39.961 de 2007.
De acuerdo con la entidad con sede en Estocolmo (que junto con el IISS de Londres son las dos entidades más reconocidas a nivel mundial por sus estimaciones acerca de gasto, equipamiento y balance militar) el crecimiento del gasto militar responde a una tendencia general de los países sudamericanos.
En lo relativo a la cifra global del gasto sudamericano, el 55% (más de la mitad) con US$ 27.540 millones corresponde al Brasil, que por población, territorio y PBI es aproximadamente la mitad de los 12 países de la región.
En la lista de mayores gastos continúa Colombia con US$ 6.746, cifra que es destinada al Plan Colombia y a la guerra con las FARC, en tercer lugar está Chile con US$ 5.395, y cuarto es Venezuela con US$ 3.321, país que da al rubro militar prioridad política.
Rusia y China se blindan[/h3]
China, igual que Rusia, triplicó sus gastos en armamento en los últimos diez años y en 2008 se convirtió por primera vez en el segundo de la lista detrás de EEUU.
Pekín y Moscú triplicaron sus desembolsos militares en ese período, y Rusia “mantiene sus planes para gastar todavía más a pesar de sus problemas económicos severos”, indica el estudio del SIPRI.
El SIPRI calcula que las compras de armas por parte de China totalizaron US$ 84.900 millones, lo que representa un 6% de los gastos militares en el mundo, por delante de Francia (4,5%) y Gran Bretaña (4,5%).
“En China, el incremento (de los gastos en armamentos) sigue de cerca el crecimiento económico y está vinculado a sus aspiraciones de incrementar su poder” en el escenario internacional, dice el SIPRI.
Rusia, igual que China, aprovechó la euforia económica de los años anteriores a la crisis internacional para reafirmar sus ambiciones de superpotencia, subiendo hasta el quinto puesto en la lista del SIPRI.
Rusia, igual que China, aprovechó la euforia económica de los años anteriores a la crisis internacional para reafirmar sus ambiciones de superpotencia, subiendo hasta el quinto puesto en la lista del SIPRI.
Armas en Medio Oriente[/h3]
El gasto militar en Medio Oriente se redujo ligeramente en 2008, pero SIPRI ve este descenso como algo temporal debido a que “muchos países de la región (están) planificando grandes compras de armamento”.
Los países de Asia y Oriente Medio aumentarán su gasto militar durante los próximos 20 años para hacer frente a las crecientes tensiones en estas regiones, dijo esta semana un alto cargo del gigante aeroespacial Boeing citado por la agencia EFE.
“Creemos que esos mercados son los que más se van a expandir”, declaró el presidente de Boeing Integrated Defence Systems, Jim Albagh, a la prensa en Singapur.
Explicó que a muchos gobiernos de Asia y Oriente Medio les preocupa el aumento de focos de tensión regional y aprovecharán la pujanza de sus economías para invertir más recursos en la protección de sus fronteras y rutas comerciales.
EEUU y el capitalismo militar[/h3]
El concepto de “capitalismo transnacional” significa en la era informática, la presencia de un “capitalismo sin fronteras” asentado en dos pilares fundamentales: la especulación financiera informatizada (con asiento territorial en Wall Street ) y la tecnología militar-industrial de última generación (cuya expresión máxima de desarrollo se concentra en el Complejo Militar Industrial de EEUU).
Como ya está probado en la práctica, luego de que los tanques y aviones norteamericanos convierten en escombros las infraestructuras, rutas y edificios de los países invadidos militarmente, llega el ejercito de las corporaciones trasnacionales a sacar la fabulosa tajada capitalista de la “reconstrucción”.
La combinación del superpoder militar USA con el superpoder económico-financiero de Wall Street , dió como resultante el Imperio único , cuyo radio de influencia y dominio abarca a más 180 países en los cuales EEUU tiene presencia directa o influencia militar en estos momentos.
Según un informe de la llamada Commissión on Review of Overseas Military Facility Structure Of The USA, EEUU dispone de más de 450.000 efectivos militares en el mundo, casi la mitad en “situaciones de combate”, cuenta con una red de 825 instalaciones militares en diversos lugares del planeta (15 grandes, 19 medios y 826 de menor volumen), 5 comandos funcionales aéreos, terrestres y navales (entre ellos el Comando Sur y la IV Flota) y 5 comandos geográficos, a los cuales se agregó el recientemente creado AFRICOM.
El actual presupuesto destinado a la Defensa es 15 veces mayor que el destinado al Departamento de Estado, y el Pentágono dispone de 200 veces la cantidad de personal destinado al área de la política exterior.
Para tener una idea aproximada de la cifra total destinada a la Defensa USA en 2009, la misma equivale a más de dos veces el PBI (producción anual) de un país petrolero como Venezuela, a más de tres veces el PBI de Chile, y a casi 20 veces el de Bolivia.
Pero hay una comparación aún más pesadillesca: Lo que solicita la ONU para “combatir el hambre” en el mundo (US$ 700 millones) equivale a solo el 1% del presupuesto para la Defensa USA.
El Pentágono se llevará la parte del león en el presupuesto 2009 de US$ 730.000 millones destinado a solventar la gigantesca estructura operativa militar de la primera potencia imperial a escala global.
Además, el sideral presupuesto de la Defensa engorda la expansión geométrica de las ganancias de los consorcios armamentistas del Complejo Industrial Militar estadounidense, y es la prueba más irrefutable de la relación simbiótica de supervivencia establecida entre el sistema capitalista sionista con los conflictos armados y las ocupaciones militares.
En este escenario -y como se puede apreciar en la magnitud del presupuesto de Defensa- los primeros pasos del “sueño americano” de Obama ya se empezaron a dar.
[goodbye]apocalipsis[/goodbye]