Hay gente que piensa que me meto con el timo del movimiento gay, con el del holocausto, con la Iglesia católica o tantas otras cosas, por algo personal.
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Por [url=http://www.rafapal.com/]Rafapal
A las personas que profesan estas religiones no les molesta que se metan con las otras, pero no con la suya; a un marica le parece divertido que me meta con el Vaticano pero no con el movimiento gay y a un nazi le encanta que me meta con el holocausto pero no, con Hitler. Lo que esta gente no quiere ver es que yo también he tenido que romper con mi religión, con mis ídolos, que fueron los Hermanos Marx, Woody Allen y Bruce SpringSTEIN, mayormente. Entre mis creencias y la Verdad, elegí la Verdad. No todo el mundo está dispuesto a ese sacrificio.
Muchos sabréis que soy un enamorado del rock, tanto que mi primer libro “Recuerdos de pelo largo” es una oda a ese movimiento. Lo que sigue es pues, la investigación de alguien que ha vivido el rock intensamente y que, por tanto, conoce sus claves.
El otro día me dio por meditar acerca de que el primer éxito del rock and roll fue una canción llamada “Rock around the clock” (el rock del RELOJ). Me parece curioso que la canción que pusiera en marcha una revolución en las costumbres como ésa tuviera por nombre el Tiempo. Como si fueran a poner en marcha otro Tiempo, otra era. Ved en este curioso vídeo a quien iba dirigida esta música. Un producto para niños o mejor, para “teenagers”, palabra que fue inventada en aquella época por los sociólogos de la élite y que significa “Adolescente” (“que adolece” ¿de juicio?). Hasta entonces, los niños dejaban se serlo cuando se convertían en adultos. A partir de entonces, la adolescencia se fue ampliando hasta… los 30 (y más).
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Cuando uno analiza la letra del “Rock around the clock” se da cuenta de que hay en ella una graduación típica de los conjuros: 1-2-3-4- 5… ([url=http://www.rafapal.com/wp-admin/page.php?action=edit&post=665]Ver artículo). También es significativo que los escritores de la letra fueran dos judíos como Max Freedman y Carl Myers, que la hubieran escrito dos años antes de que la cantara Bill Halley (y los Cometas) que la convertiría en un fenómeno de nuestro tiempo. Lo que poca gente sabe es que la versión de Haley fue publicada a mediados de 1954 y que solo tres meses después entraría en el guión de la película “Semilla de maldad”, una de las tres películas que iniciarían el cine de “adolescentes malos”, con Salvaje (Marlon Brandon) y Rebelde sin causa (James Dean). La versión oficial nos quiere hacer creer que la eligieron porque le gustaba al hijo de Glenn Ford, de 10 años de edad, pero parece claro que fue un lanzamiento premetidado, un proyecto diseñado para manipular a la población pues la película arranca con esa canción precisamente. Significativo también que la siguiente canción famosa de Haley fuera “See you later, aligator”, “hasta luego cocodrilo”, absurda canción de naturaleza reptiliana en la que el cantante cuenta cómo le ha dejado su chica (“¿A quién coño le daría por cantar que su chica le llamó “caimán” y se fue con un cocodrilo?). Sin duda, la versión llorona del rock acababa de empezar.
Ya Daniel Estulin había hablado de la conexión entre los Beatles y la CIA (o el MI5 británico) pero los artículos de iluminati news que a continuación os relato, dejan bien claro que el rock fue un fenómeno programado con una precisión matemática.
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Conocer, por ejemplo, que Jim Morrison era hijo del Almirante Morrison de la armada norteamericana, ¡que estuvo al mando del incidente de la bahía de Tonking (autoatentado) que daría comienzo a la guerra de Vietnam! Que John Philips (líder de Mamas and the Papas) era vástago del capitán de los marines Andrew Philips, que se crió en instalaciones militares y era descendiente del fundador de los Estados Unidos, John Adams y que varios de sus hermanos trabajaron en inteligencia militar. Que el padre de Frank Zappa era un experto en guerra biológica y su mujer, Gail Sloatman, provenía de una familia ligada a la inteligencia militar y en el campo de las bombas nucleares.
Que Stephen Stills (Crosby, Stills and Nash) también era hijo de militar y se crió en instalaciones militares, al igual que su colega David Crosby, hijo del Mayor de la sección de inteligencia, Delafield Crosby, proveniente de una familia de jueces, masones de alto grado y militares. Al igual que mi adorado Jackson Browne y el gran Gram Parsons (Flying Burrito Brothers), también hijos de militares. Al igual que el gran Jimi Hendrix y la maravillosa Joni Mitchel, que llevaron una vida ambulante, siguiendo a sus respectivos padres en sus destinos. Fueron muchos de ellos quienes comenzaron la cultura de la psicodelia y la droga… Muy fácil: tenían acceso directo a ella.
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Pero si nos adentramos en la oscura figura del mánager, la persona que mueve realmente los hilos de los artistas, la cosa se pone más seria todavía.
El mánager de Elvis Presley fue el oficial de inteligencia, Coronel Parker. Sin duda, este hombre fue el que movió a su antojo al adorable paleto de Memphis al que moldearían a su antojo (Bill Haley era muy feo) hasta que, inevitablemente, se le fue la olla. El mánager de los Beatles fue el judío Brian Epstein. El de Jimi Hendrix, el agente confeso de inteligencia, Michael Jeffrey, quien admitió -y esto es importante- al ingeniero de sonido, Alan Douglas, que estuvo involucrado en la muerte de Hendrix, el cual le reclamaba grandes cantidades de dinero que le había hurtado de lo obtenido en sus conciertos.
Mi opinión personal a la luz de lo investigado por MK Ultra es que muchos de esas estrellas del rock, hijos de militares, habían sufrido abusos sexuales, estaban programados y dirigidos por control remoto.
Los Beatles eran incapaces de leer música cuando grabaron sus primeros discos y fue el agente George Martin, su productor, un gran músico de conservatorio, quien guió su carrera e introdujo los mensajes subliminales queridos por la élite… hasta que Lennon se cansó del juego (más tarde, le mandarían un “regalo” MK Ultra). Los Beatles fueron escogidos cuando apenas eran unos adolescentes que tocaban en puticlubs de Hamburgo: un fenómeno programado de lo que hoy llamaríamos “Operación Triunfo”, como más tarde Menudo (Ricky Martin) o los Jackson Five (Michael Jackson) o las Spice Girls o… tantos y tantos. Solo como ejemplo, las niñas histéricas que corrían detrás de los Beatles al comienzo de su éxito en aeropuertos y a la puerta de hoteles… eran público pagado. (Hoy día, a nadie le ha de extrañar, pero entonces, la gente no sabía de estos trucos… y picaron).
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Los Beatles escribieron (??) la primera canción de los Rolling Stones, cuyo mánager, Andrew Oldham, provenía de la operación MK Ultra alrededor de Ken Kesey, los Merry Prankster, precursores de la era de la psicodelia alucinógena (buscad el extraordinario libro de Tom Wolfe “Gaseosa de ácido eléctrico”: os despelotaréis de la risa). Los Rolling fueron programados para ser lo opuesto a los Beatles (“malos” frente a “buenos”, típico juego Iluminati).
Tanto los Rolling Stones, como su amigo Kenneth Anger (autor de la película “Lucifer rising” y colaborador de Anthony Levay), como la novia de casi todos los Rolling, la sacerdotisa Anita Pallenberg, como John Philips-Mamas&Papas, como el director de cine Roman Polanski estaban cercanos a la satánica Iglesia del Proceso, cuyo líder era un tal Charles Manson, agente MK Ultra, posteriormente inspirador de la matanza ocurrida en la casa de Roman Polanski en 1969 y que se produjo en el curso de una ceremonia satánica.
Polanski ya había rodado la película claramente satánica “La semilla del diablo” que nos retrotrae a la pelicula “Semilla de maldad” que dio comienzo al rock and roll. Oldham, Philips, Anger y unos cuantos más, participaron en la introducción del LSD entre la juventud yanqui, como una prolongación de los estudios de Timothy Leary patrocinados por la CIA (más tarde, cuando Leary se hacía peligroso, le encarcelarían y se quedarían con sus importantísimos informes sobre el cerebro y las visiones místicas).
La lista de los roqueros (o participantes en esta cultura) condenados por pederastia es larguísima e incluye a Gary Glitter, Pete Townshed (The Who), Bill Wyman (Rolling) o el propio Roman Polanski.
Como última curiosidad, el verdadero apellido del señor Bruce es SPRINGSTEIN: ¿alguien puede contestarme por qué se lo cambió mi antiguo ídolo? ¿Por qué nos ha ocultado esa información? ¿Por qué se le promociona tanto últimamente? ¿Por qué no ha dicho una sola palabra sobre la mentira del 11-S el siempre comprometido Bruce? ¿Es el último “gatekeeper”?
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