Cómo optimizar la gestión de un almacén

Tengo la certeza de que has comenzado a leer este artículo con verdadero interés y avidez por mejorar la dinámica de un almacén que esté a tu cargo, y por ello comenzaré con una aseveración enfática que de hecho es una premisa en este tema: un buen sistema de gestión de almacenes es la clave del éxito de los mismos.

Y cuando decimos “buen sistema”, lo hacemos en sentido amplio, es decir que los conceptos básicos de logística de gestión de almacenes (tales como ubicación de las mercaderías y diseño de corredores de movimiento, preparación de pedidos y zonas de entregas) son importantísimos, pero no suficientes: deben ir de la mano de implementación de otros aspectos, tales como un buen manejo de recursos humanos y también –por poner sólo dos ejemplos-, elegir un muy buen programa crm para empresas.

¿Cuáles son los tres objetivos que deberían constituir el “norte” de tu proyecto de mejora de gestión? Sin dudarlo: ahorro de tiempo, aumento de la productividad e incremento de eficiencia. Es que la gestión de su almacén es ahora un factor clave para las empresas en su carrera por mejorar el rendimiento. El continuo crecimiento del comercio electrónico y el aumento del número de pedidos a enviar cada día exigen una gestión óptima de la cadena de suministro.

Entonces… ¿cómo lograrlo? Toma nota:

1 – Elige la estrategia logística que se adapte a tus necesidades

Un almacén pequeño que envía 50 pedidos al día no puede seguir la misma estrategia que un almacén que tiene que gestionar más de 1.000 envíos al día. Asesórate con un especialista y diseña (o rediseña) correctamente tus espacios físicos.

2– Estructura y ordena tu almacén

Un buen aprovechamiento del espacio es fundamental y para ello importa delimitar cuidadosamente las zonas de almacenamiento y trabajo: zonas de hacinamiento, zonas de almacenamiento, zonas de recogida, zonas de llegada y expedición, zonas de transporte, etc.

3 – Mejora el ambiente de trabajo

Mejorar el clima laboral de los empleados pasa por muchos factores que es imposible resumir aquí, pero uno de ellos, es poner en sus manos tecnología y herramientas que faciliten su trabajo, por ejemplo, limitar el transporte de cargas pesadas equipando tu almacén con carretillas elevadoras o transpaletas. Otra acción podría ser definir las tareas de cada uno: cuanto más estructurado está el almacén, más precisas se vuelven las tareas. Cuanto más familiarizados estén los empleados con sus tareas, más rápido trabajarán.

4 – Crea una zona de productos de alta rotación

En todo almacén hay productos con una alta rotación, los que son los más ordenados y por lo tanto los más ocupados. Lo ideal es crear un área especial para estos productos, una “tienda” cerca del área de embalaje/envío.

5 – Automatiza procesos.

Aquí me detendré pues no sólo me refiero a lo primero que estás pensando cómo podría ser un software de gestión de stock. Claramente, un software que enfoque atención en los contenidos de tu almacén es un aliado vital en tu gestión; genéricamente se conoce a estos productos como software de gestión WMS (Warehouse Management System) y gracias a ellos, se puede gestionar toda la cadena productiva de forma integrada. Pero existe otro tipo de software llamado programa CRM para empresas, (CRM, Customer Relationship Management) que enfoca sus procesos a gestionar la relación con tus clientes. Y si lo pensamos un poco… este también es un punto clave, pues de nada te sirve tener el almacén más prolijo y eficiente del mundo, si no tienes clientes potenciales, presentes y futuros. ¿Te interesa captar clientes potenciales, sostener y automatizar la comunicación con ellos? Pues no dudes que necesitas esta herramienta tanto como las otras.

En suma, un buen sistema de gestión de almacenes sólo funcionará si te enfocas en transformar datos en decisiones: ten las métricas fundamentales bajo control y los buenos resultados no tardarán en evidenciarse.

 

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Author: admin

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