Sir John Dee, uno de los ocultistas satánicos más grandes que han existido, estaba extremamente bien conectado a través de Europa.
Junto con Adward Kelley y otros, el hizo arreglos para abrir portales hacia otras dimensiones para poder hablar con los “ángeles”. Sus contrapartes fraternales en Europa, bajo su instrucción, llevaron a cabo ritos similares. Su obsesión era contactar extraterrestres, o preferiblemente seres pan-dimensionales, los “Arcontes.”
Para hacer esto, el inventó lo que fue conocido como “Magia Enociana”, la cual, debido a su diestro camuflado, ha sido mal entendida hasta este día.
Mire a través de las pintorescas imágenes y vea la verdad de esto. Estos magos y señores de la guerra estaban involucrados, y lo están todavía, con las llamadas entidades pan-dimensionales, quienes fueron confundidas en los días de la antigüedad como demonios y ángeles (vea la serie clásica inglesa de ciencia ficción, Dr. Who, específicamente los siguiente episodios: Planeta de las Arañas, Demonios, Máscara de la Mandrágora, Danza de la Serpiente, Terror de los Zygones, Los Silurianos, La Faz de la Maldad, Estado de Decadencia, Regreso de la Mara, Pirámides de Marte, Cuernos del Nimon, Pesadilla en el Edén, etc.).
Extrañamente, incluso con los valientes intentos de escritores y directores de cine, todavía es recibida como un shock para la mayor parte de gente, el realizar que las pintorescas anécdotas de “magia” de los períodos del Renacimiento y el Elizabethano realmente son referencias a la ciencia.
La brujería y la ciencia no están tan desconectadas como ha sido comúnmente insinuado, y no es mera casualidad que casi todos los científicos pre-Industriales, los cosmólogos y químicos eran maestros ocultistas. Cuando uno mira más de cerca las personalidades detrás de estas sociedades ocultas de la edad Elizabetana, por ejemplo, un interesante cuadro comienza a formarse. Investigadores competentes o estudiantes de lo Oculto, o de la Magia Enociana, etc., recuerdan cuan a menudo las siglas mágicas se asemejan, o realmente son, símbolos cósmicos y planetarios. La razón para esto hace mucho ha sido encubierta.
La magia de la Edad Media y la necromancia de las Edades Oscuras era para el mismo propósito que la tecnomancia de la edad moderna. Los practicantes y sus lacayos son todos de un solo clan con la misma agenda egoísta. Cuando escuchamos de magos en sus círculos de protección, rodeados por sigils planetarios e invocando los nombres bárbaros de Arcángeles y familiars, debemos darnos cuanta que esto tiene que ver con fenómenos muy físicos. Veamos ahora más allá de la máscara, para ver dónde está el origen de estas específicas ciencias ocultas, y porqué la profusión del ocultismo entre la inteligencia aristócrata europea en este tiempo.
La magia “enociana” es nombrada según el profeta del Antiguo Testamento, Enoc. Pero el nombre realmente va hacia atrás, al Enki sumerio, uno de los originales Anunnaki. Es más que significativo el que Dee escogió este nombre para su adivinación.
Sir John Dee fue realmente exitoso en su empresa. El tuvo éxito abriendo su portal y entrando en diálogo con meta-almas de otra dimensión. Esta no era la primera vez en la historia de la Tierra que esto haya sido intentado, ni será la última.
Cada vez que esto ocurría, las consecuencias alteraban para siempre el curso de la historia, generalmente empeorando.
En la tarda Edad Elizabethana, o corto tiempo después, la apertura de otro portal interdimensional fue necesario. Esta vez, fue emprendida por los miembros de la Hermandad Blanca, (White Brotherhood), los descendientes de los “Hijos de las Serpientes,” los Lemurianos. Ellos estaban intentando contra-balancear y aminorar el intento de los “Doblados, Bent Ones” y pedir guía que pudiera tener éxito para contrarrestar la influencia de su Némesis.
(Ver “Epílogo: Tiempo para Cambiar la Carretera en la que Usted Está” en la página 129.)
Sir John Dee entró en diálogo con estas inteligencias pan-dimensionales, para ver si podría aprender de ellos los secretos a una forma más alta de tecnología, que precipitaría el escape de la Tierra de sus amos.
Como un “macroscopio” viviente, Dee encontró que estos seres pan-dimensionales, de hecho, tenían las respuestas.
C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien, ambos sabían que los alienígenas estaban en control total de la Tierra post-diluviana, que ellos habían replicado de una raza de Dragones o Reptiles, que estaban, desde los experimentos de los Elizabethanos, en liga con entidades pan-dimensionales. A los últimos, a quienes Lewis llamaba los “Macrobios”. La humanidad, dijo el, toma por concedido el mundo del microbio.
Aunque no eran visibles al ojo desnudo, uno solo tenía que hacer uso del microscopio para confirmar su existencia. Sin embargo, en el nivel “arriba” del humano, existen los Macrobios. Estos no pueden ser vistos con el ojo desnudo tampoco. Su existencia es conocida, o intuida, por las facultades sutiles internas de alguien sensible o clarividente. La palabra Enocianos literalmente significa “ojo interno”. Lewis implica que nadie puede entender la peculiar historia del planeta Tierra sin un conocimiento de estas entidades.
Pero Dee también descubrió que los Macrobios no tomaban a bien ser contactados por criaturas tan bajas y presuntuosas como el. Su mente fue casi destruida por la comunión.
El conocimiento que los Arcanos comunicaron a través de su conciencia era tan inmenso y complejo que fue prontamente después realizada por todos los interesados, que tomaría literalmente siglos para realizar físicamente esto. Había que decidirse si darse simplemente por vencidos y permanecer internados en la Tierra para siempre, o de alguna manera tratar, contra todas las posibilidades, de actualizar los complejos detalles de lo que estaba siendo retransmitido. Las Elites de la Dinastía Tudor, con las aseveraciones de Dee eligieron presionar.
Ellos pusieron las mentes más dotadas a su disposición para la tarea de decodificar en términos prácticos las estrategias dadas del “más allá”. Otros fueron comisionados a salir con estrategias de camuflaje para esconder lo que estaba sucediendo, de aquellos ajenos a esto y de miembros de la descendencia lemuriana.
Era la tarea de estos intelectuales, estos alquimistas señalados por la corte o afiliados a la realeza, necrománticos, adivinos y clarividentes traducir a estrategias prácticas las voluminosas instrucciones que fueron transmitidas. Sociedades enteras fueron establecidas para este propósito.
Los controversiales adeptos y alumnos, tales como,
* William Black-house
* Elias Ashmole
* Robert Boyle
* Tommasso de Campanella
* Cagliostro
* Comte St. Germain
* Sir Kenelm Digby
* Cornelius Drebbel
* Robert Fludd
* Casanova
* Nostradamus
* Machiavelli
* Cornelius Agrippa, etc…
… eran muy a menudo los creadores o los miembros de las llamadas “Colegios invisibles”, y a menudo empleaban la plutocracia ellos mismos ? llamada “Venecianos Negros”.
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